YOGA…
Preparándonos para comenzar muy el año laboral
En torno al concepto de la palabra Yoga y, más exactamente de su
práctica, existe una serie de creencias que nos alejan totalmente de la esencia
de esta ciencia.
Generalmente se relaciona al Yoga con el desarrollo de poderes
paranormales, como la adivinación, la levitación, la conexión con el mas allá,
muchos lo relacionan solo con la práctica de posturas complicadas y difíciles.
En la clase de Yoga se trabaja con Asanas.
Asana significa postura, de la raíz sánscrita “As”, permanecer,
estar, establecerse en una posición determina.
El Asana debe ser confortable y consiente.
Para personas que no pueden mantener estas dos cualidades,
utilizo elementos de ayuda para lograr estas dos cualidades de la postura.
La práctica de las ásanas no es más que la unión divina entre el
cuerpo y la mente, por esto es un error hablar de una práctica espiritual
solamente, ya que el cuerpo es el vehículo del alma.
El objetivo es mantener el cuerpo sano, para que la mente pueda
moverse en él sin interferencias, para que la conciencia pueda moverse
libremente.
Las ásanas (posturas de yoga) y el pranayana (respiración de
yoga) ayudan a descorrer el velo para que el intelecto pueda ver claramente.
Son medios para trabajar la evolución de cada persona y ampliar el estado de
conciencia con el exterior y uno mismo.
La práctica de Ásanas no es un simple ejercicio físico, no es
mantener mecánicamente la postura, no se instala la inercia ni la pasividad. La
conciencia está alerta permanentemente, no nos dormimos, hay una conexión entre
la acción intensa del cuerpo, la conciencia intensa de esta acción, lo
constituye el punto de partida del camino interior hacia el desarrollo espiritual.
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